Carlos Bacca se vio involucrado en la desafortunada jugada que terminó en el gol que le dio el triunfo al Tolima sobre Junior.

El capitán rojiblanco, en fase defensiva, intentó despejar un balón con tan mala suerte que pegó en Didier Moreno y se fue al fondo de la red.

Bacca también desperdició una clara opción de gol comenzando el partido en una pelota que recuperó Yimmi Chará, se la dio a él y la remató sin potencia a las manos del portero Neto Volpi.

Fueron dos jugadas que influyeron notoriamente en el resultado final, como la de José Enamorado acabando el primer tiempo y que significaba el empate parcial para Junior.

Para Bacca, el equipo tiburón hizo todo para ganar el partido, o por lo menos empatarlo, pero esta vez la pelota no quiso entrar.

"El equipo lo intentó, opciones claras tuvimos, pero no fuimos concretos. Este es un equipo que sale a buscar los partidos y cuando no se encuentra con el gol rápido ahí es donde debe tener más calma. Lo intentamos por todas partes, pero es de esos partidos que si lo volvemos a jugar podría quedar así. Hay que levantar cabeza, lo bueno es que el fútbol te da revancha y en tres días tienes otro partido".

El goleador del Junior pidió a la afición que siga creyendo en el equipo.

"Este es un grupo que cree, que lo entrega todo, que siempre ha colocado a Dios en el primer lugar y sabemos que estas cosas suceden. Hemos tenido dos partidos donde no se nos han dado los resultados, pero que sigan creyendo en nosotros, que vamos a seguir trabajando. El semestre pasado, en esta instancia, solo llevábamos 4 puntos, hoy llevamos 13. Vamos a trabajar para darles más alegrías".

De cara al partido contra Santa Fe, el miércoles en Bogotá, Bacca afirmó que Junior va con la mentalidad de siempre que es sumar los tres puntos.

"Este equipo, a pesar de ser campeón, tiene ambición, tiene ganas, y tiene muchas cosas por mejorar. Vamos por buen camino a pesar de las derrotas y estamos trabajando con mentalidad de volver a ser campeones".

Sobre el árbitro Nicolás Gallo, a quien le reclamó bastante durante el partido, por lo que vio la tarjeta amarilla, el delantero del Junior prefirió no hablar.

"Mejor no hablar, no sabe lo que puede pasar como uno hable. Prefiero dejar todo en manos de Dios".